1. Fortalecimiento del Estado laico que garantice igualdad y no discriminación, así como libertad de conciencia.
2. Un nuevo régimen político que termine con el uso clientelar de la pobreza, que apueste por construir ciudadanía.
3. Autodeterminación personal en aspectos económicos, políticos, sexuales, reproductivos y de identidad.
4. Igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
5. Derecho a un ingreso básico universal. Salarios remuneradores, empezando por el mínimo.
6. Generación de empleos que garanticen un trabajo digno, según la Ley Federal del Trabajo y los tratados internacionales; es decir, un trabajo con: salario remunerador, con seguridad social, con capacitación, sin discriminación, con igualdad entre mujeres y hombres, con derecho a la sindicalización y a la huelga.
7. Respeto irrestricto a los derechos humanos en la ejecución de sanciones penales (sistema penitenciario). Garantizar el derecho al porvenir en  las políticas de reinserción social.
8. Reconstruir el lazo social a través de políticas sociales, culturales y educativas que atiendan el hecho de que tenemos todas y todos los mismos derechos, independientemente de nuestras diversidades.
9. Mecanismos institucionales contra la corrupción y para mejores gobiernos, que solucionen los problemas de la vida cotidiana con eficiencia, con eficacia, con oportunidad.
10. Mecanismos de participación y deliberación ciudadana.